Nunca imagine que la lírica de un latido,
marcaría una huella en mi alma,
transformándose en un recuerdo tatuado al infinito.
Esperó por los días de mi tiempo,
volver a sentir el respiro de esas suaves energías,
que cruzaron en canal de la vida,
para viajar al abismo.
Mis alitas dieron su vuelo iluminado, hacia el gran paraíso.
Quedé con la mirada sostenida en una eterna esperanza del reencuentro.
Mientras tanto esconderé la ausencia en una sonrisa,
veré al dormir sus semblantes rostros que portan una noble pureza.
Ninguna obra termina de describir tanta belleza.
En mis sueños caminaremos a orillas de un mar cristalino disfrutando de la realidad que nos fue truncada.
Cada amanecer será renovado mi espíritu por ver a través de mi inconsciente, sus preciosas caritas.
Cuando me visite la nostalgia
Un colibrí me recordará que están vivos,
en otra manera de existencia.
Me aferro a la vida desde que fueron mis pequeños milagros.
Llevaré como estandarte mi proeza de ser por ustedes un ángel eterno.
Buscaré la gloria Divina, para tenerlos junto a mí y jamás volver a perderlos.
Mientras tanto mi Dios a ti te los confío.
Los ame, amo y amaré, su mami.
Erica Pamela.
