La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama educativo en todo el mundo, y Salta no es la excepción. Aunque la IA ofrece oportunidades significativas para personalizar el aprendizaje y mejorar los procesos educativos, su implementación en la provincia enfrenta una serie de desafíos únicos relacionados con el acceso desigual a la tecnología, y la falta de capacitación adecuada, especialmente entre los docentes. Estos problemas se manifiestan de manera diversa según el nivel educativo y la ubicación geográfica, lo que destaca la importancia de una adopción equilibrada y justa de la IA en el sistema educativo de Salta.
En las áreas rurales y comunidades vulnerables de la provincia, donde el acceso a internet es limitado o inexistente, los beneficios de la IA pueden no llegar a materializarse. Las escuelas estatales enfrentan barreras significativas en cuanto a conectividad y equipamiento tecnológico, lo que deja a muchos estudiantes en desventaja frente a aquellos que asisten a escuelas privadas, donde el acceso a herramientas tecnológicas es mucho mayor. Esta brecha digital entre las escuelas estatales y privadas no solo afecta el acceso a la IA, sino que perpetúa las desigualdades educativas. Mientras que los estudiantes de instituciones privadas ya utilizan plataformas de aprendizaje adaptativo y sistemas impulsados por IA, los estudiantes de escuelas públicas, en especial en zonas rurales, siguen dependiendo de recursos educativos tradicionales, sin las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías.
El nivel superior en Salta enfrenta una situación algo diferente. Los estudiantes de universidades e institutos de Nivel Superior tienen mayor acceso a la IA, principalmente a través de herramientas de aprendizaje en línea, plataformas de investigación y sistemas de gestión educativa automatizados. Sin embargo, existe una disparidad notable en la preparación tecnológica de los docentes. A pesar de que muchos estudiantes del nivel superior están familiarizados con estas herramientas y tecnologías, una gran parte del profesorado aún no ha recibido la capacitación adecuada para integrarlas en su práctica docente. Esto genera una situación en la que los estudiantes tienen más dominio sobre las herramientas de IA que sus propios profesores, lo que limita el aprovechamiento completo de la tecnología en los entornos de enseñanza y aprendizaje.
Uno de los avances más significativos que ofrece la IA en la educación es su capacidad para personalizar el aprendizaje, ajustando el contenido a las necesidades y capacidades individuales de los estudiantes. Sin embargo, esta posibilidad depende en gran medida del acceso a la tecnología y de la infraestructura disponible, que sigue siendo un reto en gran parte de la provincia de Salta. En los contextos urbanos, algunas instituciones han comenzado a adoptar estas innovaciones, pero en el interior, la falta de conectividad y recursos adecuados sigue siendo un obstáculo mayor. La implementación de IA en estos contextos podría ampliar las brechas existentes entre los estudiantes, agravando las desigualdades educativas en lugar de reducirlas.
Además, el uso de la IA en Salta plantea riesgos relacionados con la privacidad de los datos de los estudiantes. La recopilación y el análisis de grandes volúmenes de información personal, como el rendimiento académico y los hábitos de estudio, requiere una regulación adecuada para proteger los derechos de los estudiantes. Sin un marco normativo claro, el uso de estas tecnologías podría ser mal gestionado, afectando la confianza de las familias y las comunidades en el sistema educativo.
Otro desafío importante en el contexto de Salta es la cuestión de los sesgos algorítmicos. Los sistemas de IA, al ser entrenados con grandes conjuntos de datos, pueden reflejar prejuicios existentes en función de género, raza o nivel socioeconómico, almacenados y alojados en los servidores en dónde se recaba la información. En una provincia con una diversidad cultural importante, donde muchos estudiantes pertenecen a comunidades indígenas o rurales es importante no perder de vista este funcionamiento. Si no se aborda atentamente, los dispositivos de IA podrían reforzar estos sesgos, perjudicando a los estudiantes más vulnerables y reforzando las desigualdades sociales sistemáticamente.
Por último, la integración de la IA en la educación en Salta también plantea el riesgo de deshumanizar el proceso educativo. Si bien la IA puede asumir tareas administrativas y repetitivas, como la corrección de exámenes o la gestión de asistencia, la interacción humana sigue siendo fundamental para el aprendizaje. Los docentes juegan un rol insustituible en la motivación y orientación de los estudiantes, y la IA debe ser vista como una herramienta complementaria, no como un reemplazo de la enseñanza tradicional.
Para que la IA tenga un impacto positivo en la educación en Salta, es necesario superar estos desafíos a través de inversiones en infraestructura tecnológica, la formación continua de docentes y la creación de políticas educativas que garanticen la equidad en el acceso a las nuevas tecnologías. Solo así se podrá asegurar que la inteligencia artificial no solo mejore la calidad educativa, sino que también lo haga de manera inclusiva y justa para todos los estudiantes, independientemente de su nivel educativo o ubicación geográfica en la provincia.