Por Roxana Celeste Dib
La reciente aprobación de la resolución N° 476/24 por el Consejo Federal de Educación marca un punto de inflexión en la formación docente en Argentina. Esta reforma surge de la necesidad de actualizar los lineamientos curriculares de los profesorados, respondiendo a los profundos cambios sociales, educativos y tecnológicos que han transformado la enseñanza en las últimas décadas. Entre los cambios más destacados, la reforma introduce la posibilidad de impartir hasta un 50% de las clases de manera virtual y amplía significativamente el tiempo destinado a las prácticas en las escuelas. Sin embargo, para que esta transformación sea efectiva, es fundamental que la comunidad educativa de la provincia de Salta participe activamente en su implementación. La participación activa de la comunidad educativa, que incluye a docentes, estudiantes y directivos, es esencial para asegurar que los nuevos diseños curriculares no solo cumplan con las normativas nacionales, sino que también reflejen las particularidades del contexto salteño. La diversidad cultural y geográfica de Salta requiere que estos actores locales aporten su conocimiento y experiencia, asegurando que los currículos se adapten a las necesidades y realidades específicas de la región. El Ministerio de Educación tiene la responsabilidad de abrir estos espacios de diálogo, creando un ambiente de trabajo colaborativo donde las voces de quienes forman parte del sistema educativo sean escuchadas y valoradas. Esto no solo refuerza la pertinencia de los nuevos lineamientos, sino que también fortalece el compromiso de la comunidad educativa con las reformas propuestas.
La resolución N° 476/24 también destaca la importancia de la pluralidad epistemológica en la formación docente. No es suficiente con adoptar un único enfoque teórico; es fundamental que los nuevos lineamientos incorporen diversas corrientes de pensamiento. Los futuros docentes deben tener acceso a una variedad de herramientas conceptuales que les permitan adaptarse a los diferentes contextos en los que trabajarán. En una provincia como Salta, con su rica diversidad cultural, es crucial que la formación docente promueva una apertura hacia múltiples perspectivas educativas. Esta diversidad de enfoques no solo enriquece la formación, sino que también garantiza que los docentes estén preparados para enfrentar los desafíos de sus aulas de manera adecuada y respetuosa con las diferencias sociales.
Otro aspecto clave de la reforma es el protagonismo que deben asumir los Institutos de Formación Docente (IFD), que son los encargados de llevar a la práctica los nuevos lineamientos. Estos institutos tienen la responsabilidad de asegurar que los futuros docentes reciban una sólida formación teórica y, al mismo tiempo, estén capacitados para aplicar estos conocimientos en la realidad del aula. La ampliación del tiempo destinado a las prácticas en las escuelas es uno de los cambios más significativos de la reforma, ya que permite a los docentes en formación ganar experiencia práctica antes de ingresar al sistema educativo. Este enfoque práctico es esencial para fortalecer su preparación y brindarles las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos cotidianos que plantean.
La reforma también introduce la posibilidad de impartir hasta un 50% de las clases de manera virtual, lo que representa un cambio importante en la formación docente. Esta medida busca flexibilizar la cursada y mejorar la accesibilidad a la formación, especialmente en zonas donde las distancias geográficas dificultan la presencialidad. Sin embargo, para que esta modalidad sea efectiva, es crucial que los IFD adapten sus metodologías y tecnologías, asegurando que la formación mantenga su calidad a pesar de la virtualidad. En una provincia como Salta, donde muchos estudiantes provienen de zonas rurales o alejadas, la posibilidad de cursar parte de sus estudios de manera virtual es fundamental para garantizar la equidad en el acceso a la formación. No obstante, es importante que se garantice el acceso a internet para todos los estudiantes, lo cual es un desafío que debe ser abordado por el sistema educativo provincial.
La inclusión de la Educación Sexual Integral (ESI) de manera transversal en todos los profesorados es otro avance importante de la resolución. La ESI no debe ser trivializada ni reducida a una cuestión de género; abarca temas fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes, como la convivencia y el bienestar físico y emocional. Los futuros docentes deben estar capacitados para abordar estos temas de manera efectiva y responsable, promoviendo entornos escolares más inclusivos y respetuosos. La incorporación de la ESI en la formación docente reconoce su importancia en la vida escolar y en la creación de una educación que fomente la igualdad.
Otro de los avances significativos de la reforma es la introducción de un sistema de créditos que permitirá a los estudiantes de los profesores acreditar hasta un 25% de las horas totales de la carrera a través de experiencias previas, como actividades laborales o trayectorias en educación no formal. Este sistema reconoce la diversidad de experiencias formativas de los futuros docentes y ofrece una mayor flexibilidad en la cursada, especialmente para aquellos que ya cuentan con una experiencia significativa en la enseñanza u otros campos relacionados. Este enfoque flexible es clave para adaptar la formación docente a los nuevos tiempos y la realidad de los estudiantes.
La resolución también pone especial énfasis en la alfabetización inicial, que se integra como parte fundamental de la formación docente, especialmente en los niveles de Educación Inicial y Primaria. La alfabetización es una competencia básica que los futuros docentes deben dominar, ya que es la base del aprendizaje en todas las áreas. Asegurar que los docentes estén capacitados para enseñar a leer y escribir de manera efectiva es una prioridad en la formación inicial, y la reforma apunta a fortalecer estas habilidades, brindando herramientas metodológicas que aseguren una enseñanza adecuada de la lectura y la escritura desde los primeros años escolares.
Finalmente, la creación del Sistema Federal Integrado de Evaluación, Certificación y Acreditación de la Formación Docente (SiFIECA) establece un marco para asegurar la calidad de los institutos formadores. Este sistema evaluará y acreditará a las instituciones cada cuatro años, promoviendo la mejora continua de las prácticas formativas y asegurando que los IFD se mantengan actualizados en términos de estándares educativos. Este proceso de evaluación no solo busca garantizar la calidad de la formación docente, sino también fomentar la revisión y actualización constante de los currículos.
La reforma en la formación docente ofrece una oportunidad única para actualizar los currículos y mejorar la formación inicial de los futuros docentes en Argentina. Sin embargo, su éxito dependerá de la participación activa de la comunidad educativa, especialmente en Salta, donde los contextos locales juegan un papel crucial en la implementación de estos cambios. Los Institutos de Formación Docente deben asumir un rol protagonista en este proceso, asegurando que los nuevos lineamientos respondan a las necesidades de la provincia y preparando a los futuros docentes para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Con el apoyo del Ministerio de Educación y un enfoque plural en la formación teórica, Salta tiene la oportunidad de liderar un cambio en la formación docente inicial.