De Walter Adet
Son los que conocieron
en la arena
el reloj de las horas verdaderas.
Deslizan en las cosas
traslúcidas monedas,
láminas,
una estiba
de escamas
impalpables.
Son los que caen
dentro de sus ojos
y desde allí contemplan
empozados la vida
la ven hundidos
en el tembladal.